¿Qué hacer después de la entrevista? La autoevaluación

Nuestro trabajo como candidatos a un puesto de trabajo no concluye después de haber finalizado la entrevista de selección. Una vez finalizada ésta y habiendo regresado a nuestro hogar, comienza una nueva fase del trabajo.

 

Es conveniente, después de la entrevista, hacer como el seleccionador: examina cómo has realizado la entrevista; qué hiciste bien y qué mal; anota tus impresiones; analiza tus errores y aprende de ellos. Así, si finalmente no somos seleccionados, mediante esta técnica de autoevaluación incrementaremos nuestras posibilidades de serlo de cara a futuras entrevistas.

 

Recuerda que, en todas las entrevistas de trabajo que vayas a realizar va a haber un elemento en común: tú y tu perfil profesional, así que es muy posible que muchas situaciones y preguntas que se te hayan planteado vuelvan a repetirse en futuras entrevistas. Por eso es conveniente reflexionar y examinar detenidamente todas esas situaciones y preguntas para aprender tanto de nuestros errores como de nuestros aciertos.

 

Una vez en tu casa, siéntate a una mesa, coge papel y bolígrafo y empieza a repasar mentalmente el desarrollo de la entrevista. Alguna de las preguntas que podrías formularte podrían ser las siguientes:

• ¿Salgo satisfecho/a? ¿Por qué?

• A juzgar por cómo he contestado… ¿Llevaba bien preparada la entrevista?

• ¿Cuáles han sido mis mejores y mis peores respuestas?

• ¿Me he expresado de forma correcta?

• ¿Me he puesto nervioso/a con alguna pregunta? ¿Con cuál? ¿Por qué me ha puesto nervioso?

• ¿Cuál ha sido mi actitud durante la entrevista?

• ¿He sido capaz de transmitir mis aptitudes y actitudes más positivas o relevantes para el puesto de trabajo? Si no, ¿qué debería haber hecho o dicho?

• ¿He hecho alguna pregunta o comentario inadecuado? ¿Cuál?

• ¿Qué puntos debo mejorar en sucesivas entrevistas? Anótalos.

• ¿Cuál ha sido la actitud que ha mantenido el entrevistador conmigo durante la entrevista?

• Preguntas difíciles que me hicieron ¿cómo contesté?

• Conductas que creo debo mejorar y conductas que no debo repetir en futuras entrevistas.

• Conductas que debo repetir en futuras entrevistas.

 

Escribe en lo alto del papel la fecha, el nombre de la empresa a la que has acudido y el puesto de trabajo para el que estabas siendo seleccionado. Entonces, pon por escrito las preguntas que acabamos de enumerar y trata de contestarlas lo más sincera y detalladamente posible.

 

Una vez hecho eso, guarda la hoja de papel con las preguntas y tu respuestas en una carpeta o archivo. Acuérdate de sacar esa hoja de donde la tengas guardada y de revisarla cuidadosamente antes de futuras entrevistas. Si haces eso con cada entrevista a la que acudas, irás aprendiendo progresivamente y así incrementarás en cada ocasión tus posibilidades de ser seleccionado

En cualquier caso, recuerda también que, si finalmente no eres seleccionado para el puesto, tu relación con la empresa seleccionadora no termina ahí. A pesar de no haber sido seleccionado es conveniente que sigas manteniendo el contacto con la empresa manteniéndola informada periódicamente, a través de cartas o emails, de las novedades de tu curriculum y de las actualizaciones de tu perfil profesional.
 

Recuerda que el hecho de no haber sido seleccionado no implica necesariamente que no les gustases o que tu perfil profesional no les interesase. De hecho, si te llamaron para hacer la entrevista es porque tu perfil sí les resultó interesante y pensaron que podrías haber encajado en su empresa. Piensa que si no fuiste seleccionado pudo ser debido a muchos factores: tal vez encontraron un perfil más ajustado al puesto que el tuyo o alguno de los candidatos poseía un valor añadido que tú no poseías pero eso no invalida tu candidatura.

Por eso es importante que sigan recordándote, por si en el futuro les pudieran surgir nuevas vacantes en las que pudieras encajar.

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