Creer es Poder

A menudo oímos que son nuestras creencias y pensamientos son los que determinan las emociones que experimentamos y el posterior comportamiento que llevamos a cabo.
 
 

Así pues, los pensamientos negativos que pasan por nuestra mente (“no valgo para nada”, “soy un desastre”, “nunca encontraré trabajo…”), provocan una reacción emocional desagradable o contraproducente (“me siento mal”), lo que a su vez, ocasionará un comportamiento que no suele beneficiarnos (“dejo de buscar trabajo”).
 
La buena noticia es que, también está demostrado que el cerebro es muy flexible y moldeable, o lo que es lo mismo, si le mandamos mensajes positivos, si lo educamos, podemos provocar nuevas reacciones emocionales y por tanto nuevos comportamientos.
 


Por tanto...Si piensas que PUEDES, estás en lo cierto y si piensas que NO PUEDES…también

Del mismo modo, la "competencia" que nos permite gestionar las emociones y sentimientos y decidir cómo expresarlos, lo conocemos como autocontrol emocional.

El dominio de nuestras emociones nos permitirá desarrollar un comportamiento adecuado a cada situación, ya sea laboral, social, de pareja...

Si los impulsos no son dominados, entonces ellos determinarán nuestro comportamiento haciéndonos cometer errores de los cuales luego nos podemos arrepentir: una mala contestación a un cliente, una reacción desproporcionada ante las demandas de nuestro jefe, un impulso violento ante un compañero...

La persona que desarrolla autocontrol adquiere la capacidad de amoldar su comportamiento para el logro de sus objetivos evitando que sus impulsos instintivos y emocionales controlen su vida.

Existen multitud de técnicas para mejorar nuestro control emocional y las podemos agrupar en tres grandes áreas:


  • Técnicas para descubrir y entender las causas de nuestras reacciones emocionales: nos ayudan a comprender lo que nos hace reaccionar en cada situación particular y las maneras en que podemos cambiar esas reacciones de manera permanente. La clave de estas técnicas está en ayudar a hacer un análisis de la situación que nos provoca una respuesta emocional negativa y el tipo de reacción que tenemos antes dicha situación.
  • Técnicas de cambio emocional permanente y desarrollo de la personalidad: son programas de trabajo profundo que permiten nuestro crecimiento hacia una mayor madurez emocional, generando cambios permanentes y positivos en todos los aspectos de nuestra vida.
  • Técnicas de control emocional inmediato: nos sirven para controlar nuestras respuestas emocionales justo en la situación y el momento en que se dispara la reacción. Algunas de las técnicas sencillas que te pueden ayudar son:
      • Respiración profunda.
      • Detención del pensamiento.
      • Relajación muscular.
 


NO SE TRATA DE REPRIMIR LAS EMOCIONES, SI NO DE EXPRESARLAS Y TRATARLAS DE FORMA ADECUADA.
 
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