¡Descubre tu talento!
Habitualmente cuando alguien nos pregunta por lo que significa la palabra talento, nos viene a la mente personas que han sido excepcionalmente talentosas. Tal es el caso de Mozart, Leonardo Da Vinci, Einstein...
¿Y si te preguntan en este mismo instante cuál es tu talento? ¿Podrías contestar?
Probablemente lo primero que te venga a la cabeza sea la siguiente frase: “Yo no tengo ningún talento”.
Pero, ¿por qué no somos capaces de identificar nuestro talento?
En primer lugar, si nos fijamos en cualquiera de estos personajes, resulta difícil pensar que podamos estar a la altura de estos genios. Y, si nunca nos hemos preguntado por nuestros talentos, es casi imposible que conozcamos cuales son.
No somos capaces de identificarlos, porque nos encontramos ante una cualidad muy difícil de definir, ya que en la mayoría de los casos se trata de un intangible. Sin embargo, ten un poco de paciencia porque todas las personas poseemos algún tipo de talento, aunque probablemente no tenga la transcendencia ni la magnitud del talento de Leonardo Da Vinci.
En ocasiones el talento se asocia a la habilidad para poder hacer algo de forma excepcional. Sin embargo, lo único que demuestra es que se tiene una cualidad más desarrollada que los demás. Para que pueda ser considerado talento hace falta una buena dosis de pasión.
Las personas que han descubierto su talento suelen estar entusiasmadas por lo que realizan. No lo consideran una obligación. Por este motivo, su trabajo se convierte en talento, porque cuanto más practicamos aquello que nos entusiasma y que nos apasiona, nos volvemos más talentosas y talentosos.
¿Cómo conocer tu talento?
Debes tener claro que se encuentra dentro de ti, porque es parte inseparable de nuestra persona, y es ahí por donde hay que empezar a buscar.
Comienza por identificar en lo que eres bueno o buena, o se te da mejor, y en aquello que realmente te apasiona, para ello deberás realizar un trabajo de introspección personal.
Puedes preguntar a las personas que te conozcan bien, probablemente serán quienes identifiquen perfectamente las habilidades en las que destacas. Tú no las ves, bien porque no eres consciente de tenerlas o porque piensas que es normal disponer de esos talentos.
También puedes ser ese tipo de persona que tiene talentos potenciales, poco desarrollados... En este caso, tienes grandes posibilidades de adquirirlos, teniendo en cuenta que necesitarás cierto esfuerzo para trabajarlos.
Quizás seas un o una gran comunicadora, capaz de transmitir una idea de forma sencilla y clara, o que dispongas de una gran capacidad de realizar un determinado tipo de trabajo de forma rápida y ágil, o tienes una visión analítica importante, o eres una persona muy detallista, creativa, o muy positiva, amable, etc…
A esta lista habría que añadir otras habilidades que son precursoras de tipos de talentos más enfocados en una profesión concreta, como las habilidades contables, matemáticas, logísticas...
Ten en cuenta que el talento sin desarrollar no sirve de nada, y es la experiencia la que te va a permitir ponerlo en valor. Si no lo desarrollas difícilmente podrás aplicarlo en tu ámbito laboral.
La mayor dificultad que surge cuando se quiere convertir un talento innato en profesión somos nosotros o nosotras mismas. Bien porque el desarrollo de esa actividad nos resulta tan fácil que no le concedemos valor, bien por todo lo contrario, por tener demasiado idealizados o idealizadas a quienes la practican, sintiéndonos incapaces de alcanzar sus cuotas de perfección.
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