Formas de Emprender


Cada vez con más frecuencia, oímos hablar del autoempleo o trabajo por cuenta propia como una alternativa a la inserción en el mercado laboral. Hoy en día, existen numerosos ejemplos de personas capaces de identificar una necesidad, reunir los recursos necesarios y emprender una acción para satisfacerla, invirtiendo su tiempo, dinero y conocimientos. Si te has sentido identificado/a con esta afirmación, si piensas qué tú también eres capaz… te felicitamos, pues respondes a lo que se entiende por “persona emprendedora”.

Ahora bien, para emprender una actividad empresarial o profesional, ¿es siempre necesario tener una idea única y original?. Obviamente la respuesta es no: en ocasiones, por ejemplo, basta con observar deficiencias en otras empresas, trasladar ideas foráneas de éxito, observar cambios en la normativa legal, intentar convertir en empresa una afición o aprovechar nuestra experiencia profesional para desarrollarla de manera autónoma.

En cualquier caso, veamos a continuación unas consideraciones sobre tres formas de emprender (crear una nueva empresa, transmisión de empresa o coger una franquicia) que podrían ayudarte a “ampliar horizontes” y a valorar la posibilidad de establecerte por tu cuenta.


Crear una nueva empresa
     
Se tiene que definir claramente lo que se quiere hacer, contrastar la idea con otras ideas ya existentes en el mercado.

El nacimiento de una buena idea no es suficiente, también es necesario conocer si el mercado tiene la necesidad de ese producto o servicio, y/o si la demanda se encuentra ya cubierta por la competencia.

Si te decides por esta opción, te recomendamos que te formes también en gestión de empresas. Muchas buenas ideas mueren antes de tiempo por malas praxis de administración del negocio. Podemos ser muy buenos/as en la parcela técnica de nuestra profesión, pero conviene tener también conocimientos gerenciales y del sector en el que nos vamos a mover.


Transmisión de una empresa que ya existe
Se puede realizar de diferentes formas (por cesión, por traspaso o por venta) y hay varias posibilidades (venta de activos, traspaso, cesión donación…).

Las causas y momentos más comunes para transmitir un negocio son: jubilación del titular, cambio radical de la actividad o por reinicio de otro negocio.

Si te decides por un traspaso, recuerda que hay que comprobar las posibles cargas que éste pueda tener.


La Franquicia

El sistema de franquicia es un modo de colaboración entre empresas, sustentada en un contrato en el que las partes actuantes son dos; la primera denominada franquiciador y la segunda que es el franquiciado.

El franquiciador como medio de expansión de su negocio,  cede el derecho a explotar una marca y unas técnicas de gestión (el know how ) al franquiciado en determinadas condiciones y por un plazo concreto.

Por estas razones, nos estamos encontrando con muchas personas que sin experiencia previa como gestores, deciden valorar la posibilidad de la franquicia como alternativa de empleo. Si te decides por esta opción, te recomendamos que recopiles toda la información económica de la franquicia que te interesa y que prepares muy bien y a fondo una entrevista con el franquiciador.







Si quieres ampliar esta información o tienes dudas al respeto, puedes comentarlas con un tutor en Inaem Orienta.
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