El reto de la conciliación:  vida laboral, familiar y personal

Esta semana, en el blog de Inaem Orienta hablaremos sobre un tema amplio, complejo y siempre actual: el deseable y aún no logrado equilibrio en los ámbitos del empleo, la familia y la esfera privada, directamente relacionado con el uso y reparto del tiempo y la corresponsabilidad, con consecuencias sociales, empresariales y personales importantes.

Esta interesante cuestión enlaza con varias de nuestras entradas anteriores, pues el desafío de la conciliación está enmarcado en las mismas normas y en el objetivo general de igualdad de oportunidades y no discriminación, centrado en la búsqueda de la igualdad real entre hombres y mujeres en los diferentes ámbitos, clave para conseguir ese equilibrio.


Actitud positiva en reunión de trabajo



Conciliación, corresponsabilidad y uso del tiempo

 


Hablamos de conciliación en un sentido amplio, que permita a las personas que trabajan compatibilizar el empleo con otras facetas de su vida, incluyendo tanto las necesidades familiares (tareas domésticas y de cuidados) como las personales (ocio y tiempo libre, aficiones, formación,…)


Por esta razón, las medidas de conciliación no deben estar dirigidas en exclusiva a las mujeres (aunque sean ellas, como veremos con datos concretos, quienes en la práctica tienen más dificultades para conciliar, por diversas razones) o a las familias con hijos, sino a todas las personas que trabajen, independientemente de su situación personal, así como a las empresas y a las Administraciones Públicas.

La corresponsabilidad pretende el reparto equitativo y equilibrado de tareas en el ámbito doméstico, cuidado y atención de menores o dependientes, para que hombres y mujeres se responsabilicen en la misma medida y se acojan por igual a las diferentes medidas de conciliación existentes.

Otro desafío pendiente es la necesaria racionalización de horarios, que permita compatibilizar la realización de un trabajo con actividades personales, escolares y familiares. Por ejemplo, la mayoría de empleos comienza antes que la jornada escolar y finaliza mucho más tarde que ésta, lo que exige contar con la ayuda de familiares (normalmente los abuelos) o dedicar, cuando esto es posible, una buena parte de los ingresos para contratar profesionales o centros para su cuidado, dada la falta o escasez de servicios públicos gratuitos de apoyo.

Las jornadas laborales extensas obligan también al sector servicios a aumentar la amplitud de sus horarios de atención, para que quienes trabajan puedan cubrir sus necesidades (comercio, uso de servicios sanitarios, etc) lo que hace que las personas que trabajan en estas actividades tengan a su vez más dificultades para conciliar.



Medidas de conciliación en empresas y Administraciones Públicas



Grupo hombres y mujeres, trabajo y nuevas tecnología
Medidas relacionadas con la organización del tiempo de trabajo: Horario flexible de entrada y/o salida, avanzando hacia la jornada continua siempre que sea posible, jornadas intensivas en determinados días de la semana o épocas del año, adaptación del horario a las circunstancias personales, elección o cambio de turno, permisos no retribuidos (excedencias, días o vacaciones sin sueldo).

Posibilidad de variar y flexibilizar las formas de trabajar o el lugar desde el que se trabaja, sacando provecho de las nuevas tecnologías de la comunicación, sin que sea siempre necesaria la presencia física en el puesto de trabajo: trabajo a distancia o teletrabajo, reuniones mediante videoconferencia, cursos online.

Ampliación y mejora de los beneficios y medidas de conciliación legalmente establecidos (por ejemplo, en los convenios colectivos): ampliación permisos retribuidos (paternidad, maternidad o lactancia), no retribuidos o reducciones de jornada por diferentes causas.

Beneficios, mejoras, ayudas sociales y/o económicas: Planes de pensiones, seguros médicos o de accidentes, ayudas económicas directas, ventajas en la contratación de servicios o compra de productos, guarderías en el centro de trabajo, tickets para comida o comedor en el centro de trabajo, por ejemplo.

Las medidas implementadas en las empresas son muy variadas, y dependen en gran medida del tamaño de las mismas, de su sector productivo o actividad económica y de la presencia más o menos numerosa de mujeres en sus plantillas. Resulta más sencillo implantar medidas de conciliación en las grandes empresas, al disponer de más recursos humanos, técnicos y materiales, que en las pequeñas y medianas empresas.

En la página web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, podemos ver noticias y ejemplos de buenas prácticas en materia de igualdad y conciliación en las empresas (por ejemplo, las que pertenecen a la Red DIE, que han obtenido el distintivo de “Igualdad en la Empresa”).

En el sector público, en el año 2006 se aprobó en Plan Concilia, que se ha puesto en marcha en las distintas Administraciones, entre ellas, en nuestra Comunidad Autónoma, mediante el Plan Concilia de Aragón.



Para pensar… Algunas cifras y datos estadísticos



Bombilla: ideas y reflexionesTasas de empleo y paro: Según la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2017, la tasa de actividad es del 64,62% en hombres y de 53,24% en mujeres, situándose la tasa de paro en el 17,22% en hombres y el 20,51% en mujeres. En Aragón, las cifras reflejan también diferencias: Tasa de empleo en hombres, 64,59% y en mujeres, 53,12%; tasa de paro del 10,87% en hombres y del 16,20% en mujeres.

El Instituto Nacional de Estadística, en su publicación “Mujeres y Hombres en España” (2016), refleja las dificultades para la conciliación y las diferencias en el uso del tiempo, teniendo en cuenta los datos de la última Encuesta Nacional sobre el uso del tiempo, con información sobre el trabajo no remunerado en los hogares: la distribución de las responsabilidades familiares del hogar y la participación de la población en actividades culturales y de ocio.

De acuerdo con estos datos, los hombres dedican más tiempo al trabajo y al ocio y menos a las tareas domésticas y de cuidados que las mujeres: El 38,7% de los hombres trabaja de forma remunerada y le dedica al trabajo una media diaria de 7 horas y 55 minutos, frente al 28,2% de las mujeres que dedican al trabajo 6 horas y 43 minutos diarios.  Las mujeres dedican en promedio 1 hora y 57 minutos diarios más al conjunto de actividades de hogar y familia que los hombres.

El 44% de las mujeres entre 20 y 44 años aún no ha tenido hijos/as y el 58% de las mujeres que residen en España cree que tener o haber tenido hijos es una barrera para su carrera profesional.

Prestaciones y excedencias: Según los Datos Básicos de Aragón 2016, del Instituto Aragonés de Estadística, en el año 2015 solicitaron la excedencia por cuidado de hijos 1.179 mujeres y sólo 68 hombres y por cuidado de otros familiares, 299 mujeres y 42 hombres, lo que refleja la creencia social de que la mujer puede ocuparse mejor de la crianza y educación.

En 2016, en Aragón fueron 7.581 las prestaciones de maternidad percibidas por la madre, frente a 150 por el padre (es decir, sólo un 2%), mientras que la prestación por paternidad fue percibida por 7.438 personas.



Jóvenes en el parque, ocio y tiempo libre

Ventajas y beneficios de la puesta en marcha de medidas de conciliación


  1. Mejora y aumento de la productividad y la competitividad.
  2. Equipos de trabajo más completos y diversos.
  3. Aumento de la implicación de toda la plantilla y mejora del ambiente de trabajo, reduciéndose el absentismo laboral, con el consiguiente ahorro de costes en bajas laborales.
  4. Mejora en la imagen de la empresa o de la Administración Pública, tanto ante sus trabajadores como ante clientes, proveedores y la propia sociedad.
  5. Mayor acceso al empleo y a los puestos de dirección por parte de las mujeres.
  6. Más estabilidad y permanencia en el empleo.
  7. Menor porcentaje de abandonos del puesto de trabajo por la imposibilidad de conciliar.

Aunque desde la primera Ley de Conciliación para personas que trabajan, del año 1999, hasta la vigente Ley para Igualdad efectiva de mujeres y hombres, del año 2007, se ha avanzado mucho en cuanto a normas legales y acciones para favorecer la conciliación y conseguir la igualdad, todavía queda mucho por hacer, como ponen de manifiesto los hechos y las cifras concretas.

En definitiva, la conciliación, como la igualdad, debe verse no como “un asunto de mujeres” sino como una necesidad de nuestro sistema social y laboral, que además permitirá nuestra mejora y desarrollo, tanto profesional como personal.


(Fuentes: MSSSI, INAEM, INE, IAEST, MEYSS)


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