Maternidad y empleo
La maternidad afecta al acceso y permanencia de las mujeres en el empleo, y ha sido objeto de preocupación y de regulación en el ámbito laboral, tanto a nivel internacional como nacional, con variaciones en cuanto a las situaciones protegidas y a las distintas medidas que se han ido adoptando.
¿Por qué existen y qué protegen las normas sobre maternidad?
El embarazo, la maternidad y la lactancia son periodos de especial vulnerabilidad para las trabajadoras y sus familias, que requieren proteger la salud de las madres y de los hijos y proporcionar un tiempo adecuado para afrontar cada una de las situaciones que se incluyen. Además, debe garantizarse que las mujeres no pierdan sus empleos durante el embarazo o la baja por maternidad, manteniendo sus ingresos económicos.
Son muchas las leyes que regulan aspectos relativos a la maternidad, a nivel internacional, de la Unión Europea y nacional.
En España, la protección de la maternidad se recoge en la Constitución, en el artículo 14 (igualdad y no discriminación) y en el artículo 39, que asegura la protección jurídica, económica y social de la familia y menciona expresamente la protección de las madres.
La Ley de 2007 sobre Igualdad efectiva de Mujeres y Hombres, que introdujo cambios y novedades en esta materia, establece el principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres y la prohibición de la discriminación por razón de sexo, contemplando como causa de discriminación directa “todo trato desfavorable a las mujeres relacionado con el embarazo o la maternidad”.
Otras leyes importantes en esta materia son la Ley General de Seguridad Social, el Estatuto de los Trabajadores y el Estatuto Básico del Empleado Público, entre otras.
La protección legal incluye no sólo la maternidad biológica sino también los supuestos de adopción y acogimiento y comprende tanto a los trabajadores por cuenta ajena como autónomos, así como a quienes estén dados de alta en alguna mutualidad profesional, con reglas específicas y peculiaridades para cada uno de los colectivos.
Aspectos legales y prácticos sobre la maternidad
Duración del permiso de maternidad en España: 16 semanas, de las cuales las 6 semanas posteriores al parto sólo pueden ser disfrutados por la madre y el resto por el padre o por la madre. El periodo de suspensión se puede alargar por diferentes circunstancias (bebés prematuros, parto múltiple, hospitalización,…)
Prestaciones económicas del sistema de la Seguridad Social por maternidad, adopción, guarda con fines de adopción y acogimiento familiar:
- Supuesto general: Prestación contributiva, siendo beneficiarias las personas que hayan acreditado periodos mínimos de cotización (180 días en los 7 años inmediatamente anteriores o 360 días a lo largo de su vida laboral). Si el trabajador tiene menos de 21 años no se exigirán periodos mínimos de cotización y si tiene entre 21 y 25 años el periodo de cotización se reduce. La prestación económica será en estos casos la equivalente al 100% de la base reguladora.
- Supuesto especial: Prestación no contributiva para trabajadoras del régimen general que reúnen todos los requisitos salvo el tiempo de cotización, siendo en estos casos de una cuantía del 100% del IPREM (17,75 euros/día en 2017), durante 42 días naturales, que puede incrementarse en algunos supuestos (familia numerosa o monoparental, parto múltiple y discapacidad).
Otras situaciones protegidas: Riesgo durante el embarazo y la lactancia natural y cuidado de menores afectados por cáncer u otras enfermedades graves.
Reducciones de jornada, permisos y excedencias, que se contemplan en el Estatuto de los Trabajadores y en el Estatuto Básico del Empleado Público (lactancia, cuidado de menores,…)
Demanda de empleo durante la baja por maternidad: La demandante de empleo que está de baja por maternidad ve suspendida su demanda de empleo durante este periodo, pero es una suspensión con características especiales, que le permite conservar sus derechos como demandante y decidir si quiere seguir recibiendo o no ofertas de trabajo.
Las trabajadoras autónomas también pueden pedir la prestación por maternidad, con algunos requisitos específicos y peculiaridades (reducción de la actividad, bonificaciones por sustitución o cesiones, entre otras).
Impacto y efectos negativos de la maternidad sobre el empleo
- La gestación, la baja por maternidad, las reducciones de jornada, las excedencias o la perspectiva de crear o aumentar la familia repercuten negativamente en la contratación de las mujeres y/o en la renovación de los contratos. Los efectos son también negativos en la creación y mantenimiento del empleo por cuenta propia.
- Con frecuencia constituye un obstáculo para el acceso al empleo y para la promoción profesional de las mujeres con respecto a los hombres (a medida que se incrementa el número de hijos menores de 12 años, disminuye la tasa de empleo de las mujeres, según los datos estadísticos, siendo su tasa de paro muy superior a la de los hombres)
- Son las mujeres quienes mayoritariamente se acogen a las medidas de reducción de jornada, con la consiguiente disminución de salario y efectos sobre sus cotizaciones y pensiones.
- Del mismo modo, los contratos a tiempo parcial son suscritos por una mayoría de mujeres para poder conciliar trabajo y cuidados familiares.
- Abandono temporal o definitivo del puesto de trabajo tras la maternidad de un número importante de mujeres, con interrupción de la carrera profesional y dificultades para la reincorporación.
- Retraso de la edad en que se tienen los hijos y menor número de hijos, por coincidir cronológicamente la maternidad con el desarrollo de la carrera profesional, lo que ha provocado un acusado descenso de la natalidad y un grave problema de envejecimiento de la población.
Algunas soluciones y propuestas
- Valorar los avances y logros, ver qué medidas funcionan y aumentar la protección, con la adopción de medidas políticas, económicas, sociales y laborales: racionalización de horarios, flexibilizar tiempos y métodos de trabajo para hombres y mujeres.
- No tener que elegir entre maternidad y empleo, facilitar medidas de conciliación y corresponsabilidad, a todos los niveles, para asumir las tareas que conlleva la atención y cuidado de la familia por parte de mujeres y hombres.
- Ampliar el derecho a reducción de jornada en determinadas situaciones (niños prematuros o afectados por enfermedades graves, por ejemplo).
- Implantar medidas de apoyo y fomentar al acceso o reincorporación al mercado laboral de las mujeres tras un periodo de inactividad por cuidado de hijos.
- Sensibilización social y empresarial sobre los beneficios de la participación de la mujer en el ámbito laboral, en términos de igualdad, tanto en cantidad como en calidad, sin que se perciba la maternidad como una desventaja competitiva o una barrera profesional.
- Denunciar, y sancionar las infracciones y conductas discriminatorias que se produzcan por estas causas.
El objetivo común de todas las normas y medidas que hemos ido viendo es, además de proteger la salud y los derechos económicos y laborales de las mujeres, eliminar la discriminación en el empleo, para que vida laboral y maternidad sean perfectamente compatibles.
(Fuentes: Inaem Orienta, OIT, MEYSS, SEPE)
Comentarios
Publicar un comentario